UNA ALIANZA ESTRATÉGICA PARA DAR RESPUESTA A LA ADOLESCENCIA AFECTADA POR LA COVID-19
#QueNadieSeQuedeFuera
- Fecha: 15-07-2020
- Juan Antonio Peña
El primer hecho que me lleva a escribir este artículo, es el desconcierto educativo ante el que nos encontramos debido a la crisis del COVID-19. Sin duda, esta situación preocupa a nivel universal, ya que los más afectados están siendo los niños, niñas y adolescentes (en adelante, NNA). Etapas de la vida, sobre todo la adolescencia, dónde se empieza a configurar la autodeterminación y dónde la inteligencia va tomando el control de sí misma, ampliando así el abanico de posibilidades, la rapidez de aprendizaje y, en consecuencia, su flexibilidad. Etapa clave para un desarrollo positivo y saludable.
El segundo hecho que me lleva a reflexionar, reside en el uso de las tecnologías por parte de los NNA. En la última década, y especialmente durante el periodo de confinamiento, ha crecido de manera exponencial el uso de las tecnologías y las redes sociales. Tras mi experiencia durante la intervención que se ha realizado durante la emergencia y post emergencia, podría decir que los NNA viven permanentemente conectados a las redes y tecnologías. Se está creando un nuevo modelo de socialización.
Por ello, desde la educación, nosotros, como docentes y profesionales, debemos pensar cómo ayudar a nuestros NNA a darle un uso responsable e inteligente a las nuevas tecnologías. Esta es una gran oportunidad de fomentar el talento de nuestros jóvenes. Por ello, es importante poner a su disposición los recursos necesarios para que actúen como factores de protección de cara a favorecer su éxito personal y educativo. Para ello también es necesario que cuenten con recursos personales internos, tales como la autoestima, la resiliencia, el autocontrol, la empatía, etc. A lo que quiero llegar, es que debemos darle la vuelta y convertir un potencial problema en una herramienta con la que mejorar la educación y el contexto social de los NNA.
A bote pronto y como es sabido, a raíz del estado de alarma decretado por el Gobierno, debido a la pandemia del COVID-19, en España se cerraron todos los centros educativos, por lo que se tuvo que reorganizar, al completo, el sistema educativo que hasta hoy conocíamos, de manera que todo el alumnado pudiera seguir con su educación desde casa. Esto ha evidenciado un hecho trascendental, que ocurría ya antes de la pandemia y que ahora se ha visto agravada: la brecha digital y social cada vez es mayor, lo que hace que la desigualdad haya aumentado durante la crisis y posteriormente.
Además, se ha experimentado una profunda conmoción ante la situación social en la que se encuentran la gran mayoría de niñas y adolescentes de este país, inmersas en una situación insostenible y de discriminación e injusticia, donde la situación de ellas, sin duda, no es la misma que la de ellos. Evidenciamos una distribución desigual de tareas sociales en relación con un género u otro.
Por todo lo anterior, PROYECTO SOLIDARIO y PLAN INTERNACIONAL, como organizaciones que trabajan por un mundo justo e igualitario que promueven los derechos de las niñas y adolescentes, crean una alianza estratégica previamente establecida, con la que dedican sus esfuerzos a salvaguardar tales derechos y a lograr que tanto ellas como ellos dispongan de una educación de calidad para lograr #QueNadieSeQuedeFuera. Propósitos de gran amplitud que, sin duda, requieren de grandes recursos y coordinación.
Ahora bien, la interrupción de la educación junto a las cargas económicas y de salud de las familias, debido a la aparición del virus, ha añadido más riesgos y peligros al entorno y aprendizaje de los NNA en su día a día, por lo que el espacio común de aprendizaje que existe entre comunicación y educación, se ha visto gravemente afectado. Esta razón nos lleva a una segunda fase del proyecto #QueNadieSeQuedeFuera para que este verano las/los adolescentes vulnerables puedan acceder a actividades de ocio y tiempo libre, refuerzo educativo y apoyo psicosocial, para abordar la brecha educativa y digital, el bienestar emocional, las relaciones sociales y las oportunidades laborales de los más jóvenes.
Creemos así que, para lograr un impacto claro, precisamos de todos los esfuerzos posibles para que los derechos de los NNA estén garantizados y debidamente cumplidos. Y así no olvidarnos de esa parte de la sociedad, la niñez y la adolescencia, donde muchas/os todavía viven en el umbral de la vulnerabilidad y/o exclusión social.
Y hasta aquí, nuestro viaje juntos está llegando a su fin. Espero que haya sido lo suficientemente locuaz para haber manifestado la importancia que tiene la niñez y la adolescencia en la sociedad y sobre todo en la nueva realidad del COVID-19 en la que estamos sumergidos. Los adultos, debemos contribuir al pleno desarrollo y empoderamiento de adolescentes y así construir una sociedad más igualitaria.
Escribir este artículo ha supuesto para mi un sentimiento de alegría y entusiasmo, que ha crecido en mi interior sin precedentes. Un sentimiento que me ha trasladado a mis días como adolescente, momento crucial de mi vida que contribuyó a mi personalidad crítica y resolutiva. Por ello, hoy, quiero rendir un pequeño homenaje con mis palabras a todos/as los/as adolescentes, por pequeñito que sea. Gracias a vosotros/as, a vuestros actos de grandeza, de superación y de generosidad. A todos aquellos niños y niñas que cuidan de sus familiares, de sus hermanos y hermanas. Gracias, de corazón.